El bienestar de su hijo empieza por usted

Como padre, desempeñas muchos papeles diferentes, ¡la mayoría de ellos al mismo tiempo! Eres profesora, cocinera, enfermera, chófer, limpiadora y experta en resolución de conflictos.

Pero antes de ser madre, eras simplemente tú. Sigues siendo tú, pero los muchos sombreros de la paternidad y el trabajo a tiempo completo o parcial pueden hacer que sea demasiado fácil dejar de lado tus propias necesidades.

Todos hemos oído que debemos "dedicarnos cinco minutos a nosotros mismos", pero ¿cómo? Hay días en los que incluso beber un sorbo de agua sin que te interrumpan es imposible, por no hablar de cinco minutos enteros.

Quieres hacer lo mejor por tu hijo, pero su bienestar empieza por el tuyo, y no ayudas a nadie quemándote.

No puedes servir de un vaso vacío, así que veamos algunas formas prácticas de llenar primero tu propio vaso.

Deja a un lado la culpa
¿Quién iba a pensar que ser padre conlleva tanta culpa?
"Culpa de mamá" y "culpa de papá" son términos que describen el sentimiento de que de alguna manera estás fallando como padre, y es una de las formas más rápidas de destruir tu bienestar.

Es natural preguntarse si estás haciendo lo correcto, pero la culpa paterna lleva esto a otro nivel. Con hashtags como #mumgoals y #dadgoals flotando en las redes sociales, es alarmantemente fácil sentir que estamos fracasando como padres.
Establecer estándares de crianza poco realistas por pura culpa no ayuda a nadie, así que ¿cómo podemos dejar de sentirnos tan culpables por todo?

Intenta establecer expectativas realistas para ti y tu familia y celebra las victorias, por pequeñas que sean. Si lo único que has hecho hoy es llevar a los niños al colegio a tiempo, celébralo.

Céntrate en lo que te enorgullece y date cuenta de que, aunque algunas cosas no salgan según lo previsto, en el fondo tienes las mejores intenciones para tus hijos.
Puede que te lleve algo de práctica, pero el esfuerzo merece la pena: todos se beneficiarán de que seas un poco más amable contigo mismo, especialmente tú.

Alimenta tu cuerpo
¿Cuántas veces has preparado un almuerzo delicioso y nutritivo para tus hijos pero no has almorzado tú?

Comer bien afecta a todos los aspectos de tu vida, y las dietas deficientes causan estragos en todos los aspectos de tu bienestar.

Intenta que comer bien sea una prioridad en tu día a día, no sólo para tus hijos, aunque lo único que puedas hacer sea coger una pieza de fruta al salir por la puerta. Es mejor para ti que algo cargado de grasa y azúcar que puedas comprar en la tienda más tarde.
Cuanto más cuides tu cuerpo, más capaz te encontrarás de estar presente y activa no solo en la vida de tus hijos, sino también en la tuya propia, con más energía para hacer las cosas que te gustan.

No hagas nada
¿Cuántas veces tienes la oportunidad de simplemente... existir?

Existe esa molesta percepción de que siempre tenemos que estar haciendo algo, pero sentarse en el sofá sin presión por hacer nada en particular es una de las mejores maneras de dar a tu mente y a tu cuerpo un descanso muy necesario.

Programa un temporizador para cinco o diez minutos al día y simplemente siéntate con tus pensamientos, déjate llevar por lo que te venga a la mente y tómate un respiro.


Aceptar ayuda
A veces aceptar ayuda puede parecer un poco como perder el control, y como padre no es algo que quieras perder.

Aceptar ayuda puede ser incómodo, pero puede hacer la vida mucho más fácil.
Las generaciones pasadas tenían comunidades más grandes en las que la gente se ayudaba mutuamente a criar a los hijos, y todos colaboraban en las tareas domésticas y el cuidado de los niños. Las familias con varias generaciones viviendo bajo el mismo techo también se beneficiaban de este sentido de familia y comunidad.

Hoy en día vivimos más aislados, y el lavado, la cocina, la limpieza, la hora del baño, la hora de acostarse y la administración de la vida recaen directamente sobre nuestros cansados hombros.
No estamos diseñados para tener tantas cosas encima, y cuanto antes empieces a aceptar ayuda, mejor te sentirás.

Busca un hobby independiente
Quieres a tus hijos, pero que te necesiten todo el tiempo es agotador, y no hay nada malo en sentirse así.

Tener un hobby que sea solo para ti es una forma fantástica de aprender una nueva habilidad y tomarte un tiempo libre.

Ya sea dibujar, tejer, trabajar en el jardín, ir al gimnasio o simplemente sentarte con un libro, hacer cosas que te gustan es esencial para asegurarte de que no te estás descuidando a ti misma, tus necesidades o tus intereses.

Todo el mundo se beneficia cuando cuidas de ti misma. Satisfacer tus propias necesidades te facilita estar activa y presente en la vida de tus hijos, lo que tiene un efecto enormemente positivo en su bienestar.