Lo que los datos de forma física y frecuencia cardiaca pueden revelar sobre el bienestar de su hijo

Nuestro cuerpo nos envía mensajes todo el tiempo, pero no siempre le hacemos caso.

Es fácil estar tan metido en la rutina diaria que a veces nos olvidamos de cuidarnos, pero nuestro cuerpo sabe lo que necesitamos. Los dolores de cabeza pueden ser un síntoma de deshidratación, mientras que un dolor de barriga nos recuerda que debemos tomarnos un descanso y reponer fuerzas.

Como adultos, hemos aprendido a descifrar los mensajes de nuestro cuerpo con el paso del tiempo, pero los niños no siempre tienen el mismo nivel de comprensión de los mensajes de su cuerpo que nosotros.

No tener conciencia de tu cuerpo puede hacer que sentimientos como la ansiedad y la ira sean mucho más difíciles de manejar. Tener miedo ya es bastante malo para un niño, pero tener las manos temblorosas y los latidos del corazón acelerados puede hacer que estos sentimientos sean aún más aterradores.

La buena noticia es que cuanto más conscientes sean los niños de los mensajes que les envía su cuerpo, mejor preparados estarán para reconocer y gestionar sus emociones.

Por eso, nuestra nueva actualización de Bienestar pone los datos de frecuencia cardiaca y forma física al alcance de la mano en la pantalla de mapa de la aplicación Spacetalk, para ayudar a los padres a iniciar la conversación con sus hijos sobre la conciencia emocional y corporal.

Repasemos cómo los datos de frecuencia cardiaca y forma física pueden revelar mucho sobre el nivel general de bienestar de tu hijo.

¿Qué muestra la pantalla de mapa?
La pantalla de mapa reúne datos de tres áreas clave:

- Frecuencia cardiaca
- Recuento de pasos
- Emoji de sentimientos más reciente

Estas medidas concretas pueden revelar mucho sobre lo que siente tu hijo, sobre todo si es muy pequeño o aún está aprendiendo a expresar sus emociones.

¿Cómo interpretar estos datos?
Considere los siguientes ejemplos:

Una frecuencia cardiaca alta y un paso bajo pueden significar que su hijo está ansioso y no se mueve tanto.

Una frecuencia cardiaca y un número de pasos elevados podrían significar que están corriendo y pasándoselo en grande con los amigos.

Una frecuencia cardiaca baja con un recuento de pasos bajo podría ser una señal de que su hijo está triste y no se une a los demás niños en el patio de recreo.

Nadie conoce a su hijo mejor que usted. Los datos están ahí para que usted haga sus propias interpretaciones y se forme una opinión basada en los conocimientos que tiene sobre su hijo.

¿En qué puede ayudar esto?
Disponer de los datos de frecuencia cardiaca y forma física en un solo lugar facilita mucho la tarea de ver cómo le va a tu hijo a lo largo del día.

Si compruebas que el ritmo cardíaco de tu hijo es elevado, un simple mensaje de texto para saber cómo le va el día puede ser lo que necesita para retomar su jornada sintiéndose más feliz y reconfortado.

Con el tiempo, comprenderá cuál es la frecuencia cardiaca y el número de pasos medios de su hijo en el día a día, por lo que le resultará más fácil darse cuenta de si algo es irregular.

Medir estos datos también es una buena forma de enseñar a los niños cómo reacciona su cuerpo ante determinadas emociones, ayudándoles a comprender mejor cómo se sienten las emociones en el cuerpo.

Esto, a su vez, puede ayudarles a reconocer y etiquetar emociones, desarrollando la importantísima conciencia emocional, una habilidad que ayuda en muchas áreas diferentes, desde afrontar conflictos hasta hacer amigos.


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